La historia de KOMOBI
Origen de KOMOBI
Sevilla, 2019. En un perfecto día de primavera donde el sol se cuela entre los árboles hasta llegar a la carretera. Un grupo de jóvenes motoristas disfruta de una mañana de ruta. Al estacionar en una pedanía, surge una idea que más tarde se convertiría en una empresa, un modo de vida.
Querían unir su pasión por la motos con la tecnología y poder ofrecer al resto del mundo servicios para motos que estuvieran al alcance de la palma de la mano.
Es en ese momento cuando surge un dispositivo diseñado por motoristas para motoristas, KOMOBI.
¿Por qué KOMOBI?
La elección del nombre no fue algo fácil. Aquellos jóvenes no eran un grupo al uso, cada uno era distinto al otro e incluso con diferentes modelos de motos pero con un mismo punto de unión, la pasión por las motos.
Querían un nombre que significase lo que a todos les unía, una sensación única que solo les pasaba cuando estaban sobre dos ruedas.
Tras mucho pensar y proponer opciones, uno de ellos fue capaz de encontrar una palabra única e inexistente en el vocabulario español pero cuya definición se ajustaba a la perfección.
KOMOREBI
Japón es el país donde se acuñó la palabra, komorebi, que significa la luz del sol que se filtra entre las hojas de los árboles.
Para aquellos jóvenes, esa definición se adecuaba a su idea original, un dispositivo unido a la moto y al Smartphone que fuese como un rayo de luz que va guiando y protegiendo el camino de todo amante del motociclismo.
Finalmente, decidieron acortar la palabra para hacerla propia, simplificándola en KOMOBI. Esta palabra seguía manteniendo su definición pero el concepto “mobi” obtenía un papel relevante a la hora de leer la palabra sobre la original, puesto que se asemeja al concepto de movimiento.
Actualmente, KOMOBI es una empresa formada por profesionales del sector tecnológico y amantes del motociclismo que trabajan diariamente por la implantación de un dispositivo que pueda facilitar la vida de cualquier motorista.